ROBERT JAMES FISCHER

KRAMNIK SOBRE FISCHER.
V. Barsky: - ¿Qué puedes decir de Fischer?
V. Kramnik: - Tengo la sensación de que Fischer estaba destinado a convertirse en campeón mundial, y nada podía impedirlo. Sencillamente estaba predestinado. Comenzó su camino muy temprano, ¡pero cinco años antes de que se convirtiera en campeón del mundo, todos sabían que lo sería!, ¡Qué potencia! ... Spassky, no supo qué fue lo que lo golpeó. Creo que cualquier otro campeón también habría perdido ante Fischer. Y no porque fueran mucho más débiles, sino porque Fischer estaba determinado a romper cualquier barrera en su camino al trono.
V. Barsky: - ¿Fischer era más fuerte que todos los demás por su fuerza o comprensión del juego?
V. Kramnik: - Hubo un momento en el que lo tuvo todo a la vez: pasión, energía, presión, preparación, fuerza de juego... ¡Fue como si todos los rayos convergieran en un solo punto! Simplemente no tenía debilidades. ¿Cómo luchar contra un hombre así? Muchos de los grandes jugadores de ajedrez tuvieron ese período en el que todo confluye; Creo que Fischer alcanzó su punto máximo durante el ciclo de Candidatos y el match contra Spassky.
V. Barsky: - Se cree, y Kasparov parece haber expresado este punto de vista, que fue con Fischer que comenzó el ajedrez moderno.
V. Kramnik: - Creo que Spassky jugó un ajedrez tan moderno como el de Fischer. Sin embargo creo que Fischer es el pionero en la preparación de aperturas modernas. A diferencia de Botvinnik, quien entendió la importancia de la preparación general, Fischer llevó las aperturas al nivel moderno: planteando problemas al oponente en cada movimiento, con blancas y negras, y en cualquier apertura. Este "ajedrez de alta tensión" fue mejorado más tarde por Kasparov, quien hasta cierto punto es un seguidor de Fischer.
Fischer fue el primer jugador de ajedrez que mantenía al oponente en alerta todo el tiempo, desde la primera hasta la última jugada, no daba descanso o respiro nunca. Ya fuera en un juego posicional o táctico, su objetivo era crear siempre la mayor cantidad de problemas posibles al rival. Jugó un ajedrez muy enérgico.
V. Barsky: - ¿Y por qué no jugó más?
V. Kramnik: - No lo sé. Es una pena que Fischer dejara de jugar, su match con Karpov hubiera sido muy interesante.

V. Barsky: - ¿Y sobre el estilo de Fischer?
V. Kramnik: - Quiero compartir algo. Cuanto más se desarrolla el ajedrez y más fuerte comienzan a jugar los ajedrecistas, con menos claridad uno puede definir su estilo. Todo avanza hacia la universalización. No puedo decir que Fischer tuviera algún tipo de estilo, él era universal.
Podemos decir que se trata de una especie de estilo colectivo. En sus mejores años, tuvo la pureza de Smyslov, la versatilidad de Spassky, la energía de Alekhine... Su único punto relativamente débil era que jugaba de manera muy racional y no era tan fuerte en posiciones irregulares e irracionales. Aquí Spassky fue superior. Fischer era un jugador de ajedrez con un plan de juego claro. En este sentido es indicativa, la victoria de Spassky en la undécima partida del match cuando literalmente rompió a Fischer en la variante del peón envenenado. Además, no se trató de una preparación casera, sino que simplemente ese ajedrez era difícil para Fischer. Por supuesto, estos son matices sutiles, en un intento de encontrar el lado débil y demostrar que, a pesar de su genialidad, seguía siendo humano. El propio Fischer admitió esta debilidad. La mayoría de las veces evitaba ese tipo de ajedrez.
Su fuerza era la claridad cristalina de sus intenciones. Fischer jugó la apertura Ruy López genialmente, esta es una apertura donde es muy difícil crear caos en el tablero.

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